Discursos y ensayos: antología
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Resumen
La cumbre más elevada en la historia de la educación en México se dio con la creación de la Escuela Nacional Preparatoria en 1867 gracias a la participación de un grupo de talentosos intelectuales liberales bajo la égida del doctor Gabino Barreda, por instrucciones directas del entonces presidente de México, don Benito Juárez. Esa escuela fue también el producto más acabado del positivismo, pues de ella egresaron las inteligencias que reconstruirían nuestro país durante el porfiriato (con el grupo de los Científicos) y durante el periodo revolucionario (con Luis Cabrera y Andrés Molina Enríquez).
Ya en los últimos años del siglo XIX y en los primeros del XX, un grupo de positivistas cercanos al régimen de Porfirio Díaz —el más conocido de ellos, Justo Sierra— abrazó las ideas darwinistas (la ley del más apto) y espencerianas (el individuo frente al Estado), traicionando con ello los fundamentos del pensamiento comtiano. En cambio, el grupo más numeroso siguió fiel a las ideas más progresistas y sociológicas de Augusto Comte.
El ingeniero Agustín Aragón y León fue el mayor representante de esta segunda tendencia ortodoxa. Aparte de haberse erigido, con el apoyo de los positivistas franceses, como el predicador de la Religión de la humanidad, llevó adelante una fuerte campaña de adoctrinamiento, ya sea exponiendo los credos positivistas en sus conferencias gratuitas y abiertas, debatiendo sobre los temas candentes de su época y publicando numerosos textos en los que exponía las ideas positivistas. En esta antología se reúne una serie de textos que describe los fundamentos de la filosofía positivista y reflexiona sobre los acontecimientos históricos y sociales más importantes de su época.
Subárea de conocimiento
- Filosofía [99]