dc.description.abstract | En este libro queremos proponer que lejos de ser una cultura “de segunda” durante el periodo Clásico, el centro de Veracruz alcanzó un gran prestigio entre las civilizaciones del México antiguo a través de la creación y la práctica de un particular ritual de fertilidad que implica el sacrificio humano por decapitación, asociado con el juego de pelota, que requería la construcción de canchas en los espacios principales de los centros, una parafernalia especializada de alto costo: los consabidos yugos, hachas y palmas, primorosamente tallados en piedras duras importadas, y una decoración basada en volutas alusivas al agua, la sangre y el aliento vital.
El significativo incremento de investigaciones arqueológicas en el Golfo está demostrando cada vez más que se desarrolló un mosaico de culturas a lo largo del tiempo, cuyas fronteras fluctuaron en respuesta a complejos procesos de interacción tanto costeros como con el Altiplano central. Una de éstas es la cultura del Clásico den centro de Veracruz sin embargo, es probablemente una de las culturas menos comprendidas de la república.
Si bien sus artefactos han sido observados e identificados como particulares de cierto momento y área del periodo Clásico de Mesoamérica, y los yugos, hachas y palmas se relacionaron con la parafernalia del juego de pelota, su función en la sociedad no ha sido explicada. | |