dc.description.abstract | A partir del siglo XIX, con el auge de la imprenta, se generaron diferentes formas de razonamiento que tenían la finalidad de organizar números y datos. Estas convenciones gráficas, cuyo resultado fueron las tablas o representaciones cartográficas, adquirieron un valor inconmensurable para la administración; hasta tal punto que se convirtieron en condición fundamental para ella. La recopilación de estos datos supone un medio de control con el cual clasificar y recolectar conocimiento, supuestamente objetivo. La hipótesis de este texto es que la forma en que se distribuye la información afecta mucho al lector al momento de comprenderla. De ello se desprende que la figuración del saber está influida por ciertas convenciones gráficas que en su momento se originaron gracias a la imprenta. Como consecuencia, se especula que el sujeto moderno, por el valor que otorga a los datos, hasta ahora ha seguido las directrices dictadas por el grafo estadístico. | en_US |