Complejidad y materialidad: reflexiones del Seminario del Libro Antiguo
Autor(es)
Resumen
El conjunto de colecciones de libros antiguos, custodiadas en bibliotecas públicas y privadas del país, sigue siendo un territorio sin demarcación cuantitativa ni cualitativa que nos conduzca a largo plazo a consolidar una efectiva política cultural de salvaguarda. Sin ésta, diseñar un futuro deseable para el libro antiguo, similar a las iniciativas internacionales en la materia, sigue siendo una cuota pendiente de la acción cultural en nuestro país. Esta deuda se convierte en un deber moral que ahora tenemos con las generaciones venideras. En efecto, a pesar de una realidad poco alentadora, nosotros aún gozamos del privilegio de conocer y disfrutar de numerosos libros antiguos. Pero sabemos que algunas colecciones no tienen garantía cierta de permanencia, sin importar su valor. Por esa misma certeza, desconocemos el futuro que tendrán algunas ediciones antiguas. No sabemos si éstas tendrán acogida en otra colección y si podremos rastrear su tránsito, o si se guardarán en una caja de cartón esperando un momento más prometedor. El seminario ha permitido analizar múltiples realidades desde diferentes puntos de vista. También ha permitido que un conjunto de personas interesadas por la salvaguarda del libro antiguo encuentren temas de investigación que reflejen problemáticas concretas de custodia o, en el más afortunado de los casos, evidencien espacios de conocimiento que no han sido considerados en su puntual importancia. Entre éstos, quizá la parte más olvidada sea la relacionada con la materialidad del objeto que conocemos como libro antiguo. Analizar y comprender esa geografía de las hojas, las manchas de oxido, la evidencia de saqueo y destrucción, las encuadernaciones y toda evidencia de posesión y transmisión, entre otros factores, es esencial para delinear la historicidad del objeto.
Subárea de conocimiento
- Bibliotecología [99]