dc.description.abstract | De acuerdo con la interpretación de las geografías del conocimiento, el lugar donde éste se produce y los espacios por donde éste circula son epistemológicamente relevantes, de manera que la explicación del devenir de las ciencias debe tomar en cuenta estos aspectos. En las últimas décadas la historiografía de las ciencias ha desarrollado este enfoque a través de la introducción del aparato teórico-conceptual de la Geografía en numerosos estudios de caso, en donde se constata que el conocimiento científico, lejos de ser universal, lleva consigo las marcas de la localidad donde se creó.
Este libro tiene el propósito de abrir la discusión de este enfoque interpretativo a través de un pequeño número de investigaciones que abordan la investigación científica en diversas regiones y ciudades de México entre 1821 y 1940, enfatizando las peculiaridades del conocimiento y las prácticas locales, así como los circuitos de movilidad por donde se desplazaron a lo largo del periodo en estudio. En este sentido, se destacan las diversas ubicaciones de las prácticas científicas en espacios físicos concretos reconociendo su carácter local y situado, y se resalta el papel que desempeñan la cultura y la vida política y social, así como el propio entorno natural en la producción de conocimiento, en la configuración de sus características específicas. De acuerdo con la interpretación de las geografías del conocimiento, el lugar donde éste se produce y los espacios por donde éste circula son epistemológicamente relevantes, de manera que la explicación del devenir de las ciencias debe tomar en cuenta estos aspectos. En las últimas décadas la historiografía de las ciencias ha desarrollado este enfoque a través de la introducción del aparato teórico-conceptual de la Geografía en numerosos estudios de caso, en donde se constata que el conocimiento científico, lejos de ser universal, lleva consigo las marcas de la localidad donde se creó. | |